domingo, 1 de marzo de 2009

Un Mes Negro

Un Mes Negro

Hola, me llamo Susana, ante todo gracias a todos los que me habéis leído, sobre todo aun más agradecida a aquellos que me habéis escrito. Agradezco de corazón, que os haya gustado e incluso que os haya sido tan placentero, como a mí relatárosla.

Ante todo me debo disculpar, pues no siempre puedo responder a todos los que me habéis mandado vuestro email, pero os aseguro que los leo con el mayor de las satisfacciones y os contestare, en la manera de lo posible. También me debo disculpar, por todos aquellos que me quieren poner en contacto conmigo, sobre todo cuanto enciendo el Messenger, pero os comento que me es imposible contestar a todos, aun más cuando aumentan el número de pestañas elevándose.

Os recordaré que soy una ardiente chica del sur de Andalucía, de 23 años, morena, de ojos castaños, de 1.75m de altura, 90/59/88 aprox., y bisexual. Me considero una chica simpática, abierta (a veces muy abierta), extrovertida, atractiva, inteligente, en otras palabras una sin vergüenza integral, muy buena gente, simpática y bastante loca... vamos una chica con la que se puede pasar un buen rato (joder, algo más de 15 minutos…). Me gusta conocer gente, descubrir cosas nuevas, divertirme, lo típico de una chica de mi edad (tengo una manera especial de ver la vida). Me gusta salir, hacer locuras, aunque me sea difícil de reconocer que me gusta beber demasiado (joder, no soy alcohólica… pero debería controlarme). Si queréis saber mas de mi, al final de mi confesión os comento algo mas de mí.

Llevó un tiempo cansada de la monotonía, pues la experiencias que tengo son iguales o bastantes parecidas. Mis contactos diarios han sido o viejos verdes engrandecidos por poder no sólo acariciar un cuerpo joven sino hasta llegar a follarme hasta chicos prepotentes, de saber lo que necesito sin poder aguantar ni al menos 15 minutos (joder, todos sois iguales tanto largar que me vais a dejar satisfecha y luego nada de na). Hace unos días que llevaba comentando a mi chico el cambiar, pero ni caso, me comentaba que el estaba bastante bien como para cambiar, que eso es significado de madurez, que posiblemente sean mis hormonas o incluso posiblemente que vaya a tener la regla, la verdad el escucharlo me hizo pensarme mi relación con el, pues entre un cruce de comentarios y palabras malsonantes, comentamos que necesitaríamos algo de tiempo o mejor dicho espacio. Os debo reconocer que a veces mi temperamento me puede, pues cuando me dejó llevar por los nervios os admito que soy bastante bocazas, y después de 10 minutos de reflexión voy enfriándome.

Aunque la verdad os debo ser sincera quizás mi chico tuviera razón, pero tocó mi vena sensible y no pude callarme por lo que explote. Lo peor es que lo voy a echar de menos, sobre todo por las noches cuando me vaya a la cama a dormir, acostumbrada a que el haga que tenga sueño, que me haga vibrar hasta que me quedé dormida, o incluso peor el no tener que llevarme a la boca esa savia que tanto me gusta… su rico néctar caliente (mi Gressy… uummm). El sólo pensar que me voy a costar sola, sin que al menos me haya echo alcanzar tres orgasmo, me pongo enferma. Aunque lo cierto es que las últimas semanas me dejaba mas que a media (joder, insatisfecha es la palabra, el muy capullo echa la culpa al trabajo), no era muy normal en el aunque se que mantiene otras relaciones, pero es un pacto de mutuo acuerdo.

Recuerdo como cierto día me parece que fue una semana después de nuestra primera discusión sería, cuando llegué a mi casa tras cerrar la puerta tras de mí, escuché extraños sonidos provinentes del dormitorio y aun mas cuando vivo sola, me dirigí hacia mi dormitorio despacio y con cautela, llevándome la sorpresa al coger in fraganti a mi chico con una chica… follando en mi cama (me quedé mas que sorprendida… pues es mi cama), pero mi sorpresa fue en aumento al descubrir quien era la chica, pues de quién se trataba era mi propia sobrina (joder, eso sí que me asombro). Aunque no me debería de molestar, por la libertad que nos hemos dado ambos respecto al sexo, el cual somos libres de follar con quién queramos. La verdad pensé como decía mi sobrina todo queda en familia. Joder es que follan a diario, no es que me moleste que lo hagan, sino lo que me molesta es que lo hagan en mi cama.

Recuerdo que les comente que podríamos formar un trío, pero rechazaron mi propuesta e incluso cierta vez que estaban liados, me acerque y me echaron, no dejándome participar, ni aun quedándome en la misma habitación que ellos masturbándome. Pero lo más inrí, es que tengo que aguantar a mi sobrina, como le gusta contarme con pelos y señales lo que hacen, de cómo mi chico la penetra sin cansarse e incluso en cierta vez hasta sangro. Pero no he podido más y he dicho basta, los he mandando a la miérda, aunque me pese y me duela, aunque cada noche lloré por que no está a mi lado y no lo sienta cerca, cuando desee contarle como me ha ido el día y no pueda escucharme, pues eso es lo que más me gusta de el, que sabe escuchar y como me da buenos consejos como me indica el como y el por que, aunque a veces lo que le comenté sea una chorrada. Sobre todo cuando lo necesite en mi cama para calentarme con su cuerpo, cuando más lo voy a echar de menos será cuando quiera hacer el amor con el y no este.

Como voy a echarlo de menos, sobre todo el poder sentirlo dentro de mi, como me va a poder satisfacerme sí lo he echado de mi lado (el sólo pensar que está noche me acuesto sola me pongo mala), por que mi cama está vacía y fría, quizás por tonterías mías. Bueno continúo, como cada mañana cuando me desplazó hacia mi trabajo, como norma general siempre me cojo el mismo camino, pues a veces he cogido otras alternativas no saliéndome tan buena la idea. Por lo que suelo coger el mismo camino, con los mismos semáforos. En uno de ellos hay un chico de color (ostias, todos los semáforos hay al menos un chico de color), al cual conozco ya desde al menos dos años. Pues siempre me ofrece pañuelos de papel o un diario llamado la farola, y por un euro suelo comprar algunos o incluso se lo doy sin querer nada a cambio.

Aunque con el pasó del tiempo, hemos ido cogiendo confianza, pues como a todo el mundo da algo de conversación, conmigo suele durar más de 5 minutos, e incluso el tiempo que dura el semáforo en darnos paso. A medida que ha ido pasado el tiempo, he dejado que sus comentarios suban de tono, siendo ya no sólo picaresco sino incluso con cierta picardía en sus palabras, aunque en verdad el cachondeo es mutuo. A veces sus comentarios son respecto a mi forma de vestir, que le gusta o no la opinión de un hombre a veces es también buena, como voy maquillada, o incluso por mi expresión observa sí voy bien o voy triste, Samoa como el se llama en un momento de balón, le conté lo que me había pasado con mi chico el cual entre sus palabras de consolación, se ofreció a consolarme sino tenía pretendientes, la verdad sus palabras en ese momento me vinieron muy bien. Aunque me cae bastante bien, nunca se me ha pasado por la cabeza llevar un chico de esto a casa, pues quién sabe lo que podría hacer… bueno sí lo se, pero normalmente eso sólo me ocurren en mis fantasías.

De todas forma, en el caso que me maltrate para robarme o quién sabe sí incluso algo peor (dios, hazlo ya), siempre está el caso que me pueda pegar alguna enfermedad venérea, infección contagiosa o enfermedad sexual. Pero mi frustración iba en aumento, pues tuve un fin de semana de lo más decepcionante. Coño, con deciros que me comenzó a irme mal desde el mismo viernes, nada mas salir de la oficina, me dirigí donde había quedado con un chico por el Messenger, el cual ni apareció. Por lo que pasado una hora más o menos de espera, me marche dando vueltas por la zona, a ver que me podría salir, teniendo mas o menos suerte al salirme un segundo chico, el cual este no sólo me babeo, sino nada más sacársela del interior de su pantalón se vino (coño, seamos justa, no se quién estaba más nerviosa, el por la ocasión o yo por desesperada). Bueno continuo… nada más darle un par de achuchones se vino, si… el muy cerdo se corrió, dejándome toda manchada de sus líquidos, y lo peor de todo que aún estaba más caliente que antes.

Sigo, el sábado nada de nada, joder era increíble como si tuviera un letrero en la frente el cual pusiera “prohibido follar”, pero para mas inrí fue que quería quedar al menos con un chico, para que me acompañara a ir al club de intercambio, pero ni por esa, como que al final me quede en casa viendo una película porno mientras me masturbaba era patético. El domingo para que contaros, sólo con deciros que llegué a pensar e incluso en hacerlo con mi padre, pero el muy cabron por un día que soy yo quién quiere y estaba dispuesta… estaba enfermo (Joder, aunque lo parezca no soy una ninfomána, pero llevó demasiado tiempo a pan y agua. Coño, que me han acostumbrado bastante mal, lo reconozco), ya hace mucho tiempo que no me han introducido nada… Joder que mal suena. Por fin lunes, cuando nada mas levantarme me duche, mientras desayunaba pensaba en que ponerme… vestiría de forma llamativa, pues estaba deseosa de enrollarme con quién sea, sin importarme como fuera mientras pudiera satisfacerme.

Por lo que me situé delante del armario, observando que ponerme dejando caer sobre la cama las posibles prendas, cuando acabe de vestirme más parecía que salía de cacería un sábado noche que a trabajar un lunes. Pues imaginaros la facha que tenía, me puse una mini falda de color negra tableada, un camisa blanca de cuello redondo, una chaqueta de cuadros blanco y negro, con un gran cinturón rojo encima de esta ceñida a la cintura, de ropa interior unas braguitas blancas de encajes, un sujetador blanco sin tirantas de media copa y apertura delantera, y para finalizar unas medias negras de blonda tipo ligas con encajes y encima de estas unos pantys tipo leotardos hasta por encima de las rodillas de color rojo, y para finalizar unas botas negras de cuero. Nada más coger las llaves del coche, me monte y salí del garaje en dirección a la oficina, no llevaría no más de cinco minutos cuando se me vino a la cabeza, la última vez que estuve follando con mi chico (joder, sin haberlo planeado hicimos una serie de locuras, que mi tan siquiera lo hubiéramos pensado). Además con tal facha me sentía una pervertida, una calientapolla en busca precisamente de eso.

Comencé a calentarme de tal manera, que aparte varias veces mi mano derecha del volante, dirigiéndola hacia mi entrepierna, alternándola con la palanca de cambios mientras conducía. No pude negarme a sentir el tacto de mis manos acariciar mis muslos, llegando un momento a deslizarla por mi muslo hacia mi pubis, sintiendo ya cierta humedad en mis braguitas. Comencé primero a pasarme las yemas de mis dedos sobre la tela de mis braguitas, notando no solo mis vellos como se me erizaban, sino como acaricio levemente mi vulva, sintiendo hasta escalofríos (joder, como hecho de menos un hombre). Continúo que me pierdo, continué frotando con varios de mis dedos, sintiéndome perdida ya la apertura de mis labios vaginales, para continuar por meter varios de mis calientes dedos por el borde de mis braguitas, hasta notar claramente mis vellos ocultando mi hinchada vulva. Comencé a masturbarme de manera que pudiera calmarme, al menos hasta que pudiera llegar a la oficina, pues luego ya acabaría en los aseos, con el escalimetro.

Sin darme cuenta que ya estaba detenida en el semáforo, pues como una autómata me había parado al ver el semáforo en rojo. Cuando unos golpes en la ventanilla me sacó de mis placenteros pensamientos, por no deciros que avergonzada saque de entre mis muslos mi mano, los cuales aun dos de mis dedos permanecían húmedos y calientes. Al levantar mi vista, me di cuenta que era el chico de color, que vende los pañuelos de papel, el cual observaba asombrado la escena, comentándome este al bajar yo parte de mi ventanilla, que estaba libre y sin ningún tipo de plan para a lo largo del día, pues siempre que yo quisiera podría hacer lo que quisiera con el. Mientras el muy cerdo por no deciros privilegiado, pues se restregaba contra parte del cristal de la ventanilla, el mas que llamativo bulto de su entre pierna. De nuevo me comentó que tenía una manguera lista para poder apagar cualquier fuego, eso siempre que yo lo deseará y estuviera dispuesta, nada mas comentarme esto comenzó a restregar de nuevo su bulto por la ventanilla, asombrada me quede al ver como ese objeto iba creciendo (joder, observaba como ese monstruo iba cogiendo forma…Dios, la boca se me humedecía por no deciros otra cosa).

No se como pude permitir aquello, como deje que me convenciera, quizás su manera de decírmelo o que me sentía tan excitada y caliente que me pudo. La verdad no se que coño se me pasó por la cabeza en ese momento, sobre todo cuando me pidió que pusiera las luces de emergencia, que bajara la ventanilla totalmente, que iba a introducir su brazo hasta sentir con su mano lo caliente que estaba, que quería sentir entre sus dedos mi humedad. Os admito que dude unos minutos, algo obvio pues una situación como aquella no te ocurre todos los días, además no me dejó meter mano tan fácilmente aunque lo parezca lo contrario, pues suelo escoger normalmente al hombre. Pero quizás fuera ese momento de debilidad, o que por otro lado deseaba sentir ese momento de morbo y excitación, o lo más posible que estaba desesperada por encontrar algo. Que me pareció intruso para mi misma que aquello estuviera pasando, lo que hice a continuación fue pulsar el botón de bajada de la ventanilla, observando como una estatua ese chico allí mismo aun lado de la carretera, al lado de la calzada y al paso de la gente.

Deje que este hombretón, introdujera su largo brazo negro dentro de mi coche, al tiempo que este me miraba con una amplia sonrisa en su rostro, sintiendo como el peso de su mano se posaba sobre mis muslos, para dejarla deslizar entre mis muslos hacia mi entre pierna, creí que directamente la introduciría hacia mi pubis, pero me equivoque pues comenzó a deslizarla por mi muslo dirección hacia mis rodillas, topándose con el bordado de mis medias y ascender de nuevo hasta mi ingle. Cuando por fin descendió su mano entre mis muslos, sentí como pasaba las yemas de sus dedos rozando la tela de mis braguitas, sobre los vellos de mi pubis casi me viene en ese momento. Dios, como explicaros lo que sentí cuando esos gruesos dedos rozaban con fuerza sobre mi pubis, quise morirme cuando esos dedos mas que presionar creí que se me introdujeria dentro de mi vagina, con braguita y todo el muy cabron. Quise comentarle que deseaba desistir en mi acción, pues sabia que aquello era un error… sobre todo el dejarle hacer, rápidamente le comente sin mucha convicción que me había precipitado, que me había dejado llevar por la calentura… por la excitación, excusándome pidiéndole disculpas por las molestias.

Al tiempo que con mi mano quise apartar su fuerte brazo… sin mucha fuerza certeza por mi parte, pues lo reconozco la inseguridad que mostraba era aparente (coño, dudaba… era un momento de debilidad). Cuando comenzó a deslizar sus dedos de arriba hacia abajo al tiempo que masajeaba mis labios vaginales, la presión de mi mano sobre su brazo fue disminuyendo a medida que me sentía mas extasiada, hasta apartarla por completo dejándole hacer. Joder, como explicaros lo que me hizo sentir en esos momentos, aun mas al notar sus dedos juguetear con mi vulva. Comenzó primero a frotar sobre mis mojadas braguitas a lo largo de mis labios vaginales, para continuar al tiempo que echaba hacia un lado la tela de mis braguitas, por introducir sus dedos notándolos con descaros sobre mi orificio vaginal. Tuve que morderme los labios rápidamente, pues solté varios gemidos que intruso varios transeúntes miraron hacia donde yo estaba, que bochorno estaba pasando, al tiempo que le solté en voz baja algunas comentarios y sonidos de satisfacción. Pero lo mejor estaba por venir, pues como explicaros lo que sentí, al notar como unos de sus dedos mientras frotaba en círculos sobre mi vulva, sintiendo como otro de sus dedos comenzaba a presionar mi encharcada vagina (claramente reconocible ese dedo corazón, tan largo como grueso).

El muy cabron no tenía prisa penetrándome con su dedo muy despacio, hasta sentir como el cielo se me habría después de introducírmelo varias veces, el cual solo me introducía hasta la mitad para que en un momento dado, sin previo aviso me lo introdujo entero hasta sentir su duro nudillo atravesar mi labios inferiores, el cual me provoco como consecuencia de tal penetración, el arrancarme mí primer orgasmo… entre suspiros y murmullos de satisfacción (Dios, mas parecía una gata en celo que una perra caliente, pero como explicaros lo que me hizo sentir). Joder, cuando mejor lo estaba sonó el puto móvil, el cual me hizo despertarme de este maravilloso letargo de placer, por lo que divise el reloj del coche dándome cuenta la hora que era, le comenté entre excusas que debía de irme a trabajar que intruso ya iba tarde. Recuerdo que me comentaba que sí le iba a dejar en ese estado, mientras se señalaba con sus manos un inmenso bulto que marcaba en su pantalón azul de deporte, que me asuste con solo pensar en su tamaño, al tiempo que lo frotaba contra la ventanilla intentaba persuadirme a modo de que me quedara. Pero joder yo estaba aún peor de lo que estaba, aunque me había provocado con sólo sus dedos un inmenso orgasmo, imaginaros lo malita que estaba y lo peor que me sentía mal, al dejarlo en ese estado.

Bueno continuo, observando este que al final me marcharía, fue sacando su brazo del interior del coche, mientras me excusaba no quise mirarle a la cara por vergüenza, cuando me di cuenta del semáforo pues aproveche el cambio de luz de paso, dejándolo allí de nuevo de pie vendiendo sus pañuelos de papel. Dirigiéndome hacia la oficina, recordé en ese momento lo que en cierta ocasión me comentó un compañero, referente a que sí en algún momento necesitará un sitio donde estar a solas con alguien y sobre todo en intimidad 100x100, me fuera al aparcamiento subterráneo de la planta menos dos, al fondo hacia la zona de los juzgados. La verdad sí antes hice una locura con el chico de color del semáforo, ahora estaba pensando hacer otra pero está seria aun peor. Sin pensármelo dos veces cogí el móvil, tras marcar el número de la centralita de la oficina, me pasaron con una compañera la cual le comenté que no me sentía nada bien, que tenía ganstronteritis con vómitos, fiebre e incluso diarrea, por lo que me quedaría en casa ante los oportunos consejos de está, de que tomé una cosa u otra. Nada más colgarla, aprovechando que estaba dentro de la rotonda, gire el volante a modo de dirigirme de nuevo hacia el semáforo, en busca del chico.

Cuando estuve a pocos metros de el, le pite en varias ocasiones a modo de llamar su atención, cuando por fin me vio tras hacerle algunas señas, el chico en un par de zancadas estuvo en mi coche (joder, con el Carl Lewis de las narices). Tras comentarle que subiera dentro del coche, nos pusimos en dirección hacia el aparcamiento de mi oficina, mientras comenzó a introducir su mano a mis muslos, no dejaba de acariciármelos subiendo hasta rozar mis braguitas. Una vez en el interior del estacionamiento, busqué el lugar indicado por mi compañero, que tras encontrarlo estacione el coche de manera de ocultarlo lo más posible. Nada más parar el coche, apague el motor y girándome hacia el chico apenas me dio tiempo para mas, pues este se abalanzó hacia mí… en busca de mis labios, dándome tales besos que me hizo notar su lengua en mis amígdalas, mientras sus manos una estaba en mi cuello y lo otra ya estaban magreando mis pechos sobre la camisa.

Comencé por quitarme mi gran cinturón rojo, continuando por despojarme de la chaqueta al tiempo que le comente que me ayudara, en vez de eso comenzó a desabrocharme los botones de la camisa, el cual con gran habilidad los abrió todos dejando mi sujetador a la vista, introduciendo sus brazos alrededor de mi cuerpo en busca de hacer soltar el broche, comentándole al tiempo que lo solté que era de apertura delantera, dejándolo caer sobre mi cintura. Recuerdo que cuando comenzó a chupar mis pechos mientras los sujetaba con sus manos, dirigió su larga y enrojecida lengua a lamer mis pechos, y a mordisquear mis pezones hasta endurecerlo de tal manera, que me dolían de lo empitonados que me los había dejado, pellizcándomelos al mismo tiempo. Apartándolo un poco le comente, que deberíamos de pasarnos al asiento trasero para estar más cómodos, no hizo falta repetírselo dos veces pues salio rápidamente del coche, saliendo yo para meterme primero dentro, le comente de nuevo que debería de despojarse de alguna prenda mas por la incomodidad de quitárselo dentro, cuando delante mía se quito no solo de la chaqueta del chándal sino también del pantalón, me quede pasmada al ver el cacho de manguera que marcaba dentro de esos ajustados bóxer.

Nada más sentarnos detrás, me gire hacia el chico lanzándonos de nuevo a besarnos, sus manos de nuevo a mis pechos, yo la verdad con lo lanzada que soy no supe que hacer, que tras darse cuenta a modo de motivarme y que contribuyera, retiro su mano de mi cuello dirigiéndola hasta mi mano, que tras sujetarla la llevó hacia su miembro, al principio fui con cautela pues mas parecía una serpiente, para continuar con decisión sujetándola, pues deseaba ver y probar ese armamento. Comencé a introducir mi mano dentro de su bóxer, con la intención de cogersela y comenzar a masturbarla, pero me fue imposible sacársela más por la presión de sus calzoncillos que por mi torpeza. Nada mas sacársela por fin, estuve mirándola varios minutos a modo de creerme lo que estaba viendo. Mientras el, de momento se saciaba con mis pechos, pues era increíble como su lengua de un sólo lenguetazo, recorría en toda su totalidad mis senos.

Mientras con una de sus grandes manos, me la sujetaba a modo que no se le escapara, dirigiendo su boca al tiempo que sacaba su larga lengua, lamía mi pecho y succionaba mis pezones hasta notar de nuevo el preludio de un orgasmo. Quizás era mi estado, el cual estaba demasiado sensible. A medida que nos masturbábamos fui quedándome con menos ropa, no os imaginéis que me desnudo sino todo lo contrario, la camisa me la abrió desabotonando mis botones, el sujetador abierto, la falda subida a la altura de mi cintura. Me comentó que deseaba que me la tragara, la verdad ante semejante artilugio dude que eso me entrara en la boca, pero probamos colocándonos en el asiento trasero, primero yo y luego el al tiempo que se bajaba los pantalones y los bóxer, comenzó con una de sus manos a estirársela como sí no la tuviera lo bastante grande.

Cuando fui inclinándome ante su miembro, comencé primero a darle pequeñas lengüeteadas sobre su cabezona enrojecida, para continuar a hacérsela por todo su tronco hasta llegar a sus testículos, me asombre que tenía sus genitales depilados o acaso es que ellos no les salen pelos. Mientras el se había girado de modo que sus brazos llegaban perfectamente a mis nalgas, y sus manos a mis húmedos orificios, comenzó primero a manosear mis glúteos, para continuar por recorrer mi ingle desde mi orificio anal lista el vaginal, comenzando a frotar sobre mis labios vaginales, al tiempo que con su otra mano humedecía mi orificio anal, comenzando al tiempo que me introducía uno de sus dedos, a pasar sus dedos en círculos sobre mi vagina.

Recuerdo con satisfacción, como se recreaba en jugueteaba con mis agujeros, con ambos al mismo tiempo con mi orificio vaginal y mi orificio anal, era increíble como este chico me trabajaba, eso si yo no dejaba de masturbarle. Cociéndome con su gran mano por la nuca fue retirándome de su miembro, al tiempo que colocando sus manos sobre mi cintura a modo de levantarme y posarme sobre el, colocando mis rodillas sobre el asiento. Fui sintiendo como pasaba una de sus manos por mis orificios, acto seguido tomando su miembro lo repitió, pasándome ahora su endurecida cabezota por mis orificios, apto seguido me comento que me iba a penetrar. Coño, siendo otro no hacia falta que me avisara pero siendo el mejor avisar, sentí como la punta de su miembro colocarse sobre la entrada de mi vagina, para comenzar a presionar. Como deciros lo que sentí, como ese pedazo de polla fue introduciéndose poco a poco hasta que la tuve dentro de mí.

Creí que era un pulpo, pues mientras su miembro me penetraba al mismo tiempo que frotaba mi vulva, o intruso manoseaba mis pechos. El marcaba el ritmo pues sabia que en ese momento era suya, aceleraba sintiendo como golpeaba mi útero aunque más creí que se me introduciría dentro, para minutos después paraba el ritmo siendo las embestidas más lentas. Era mi primera vez con el, no significa que fuera la primera vez que lo hacia con un hombre de color, pues ya los había probado antes y continuare haciéndolo, pero nadie la tenia como el pues con sus 26 cm., me tenia empalada completamente. Estaba llevándome a sensaciones de satisfacción total, no se cuantos orgasmo obtuve, llego un momento que me comento que me masturbara yo misma, mientras el me penetraba (joder, no hizo falta que me lo dijera dos veces), pues lo que mas deseaba que se viniera, quería sentir su leche dentro de mi. Continuo pues, mientras me penetraba acelerando cada vez mas el ritmo, había comenzado a introducirme uno de sus dedos por mi orificio anal, sintiendo como era doblemente insertada, sintiendo como se le hinchaban las venas de su miembro señal que se iba a venir. Cuando por fin se vino, dios cuanta leche soltaba el muy cerdo, no solo se vino dentro sino cuando la saco aun soltaba, llenándome mi pubis, mi vientre y manchando el coche.

Saliendo del coche comenzó a vestirse sin haberse al menos limpiado, cogiendo unas toallitas húmedas le ofrecí algunas, a modo de que pudiera asearse al menos, recuerdo que cuando recogí mis braguitas del suelo para ponérmela, se acerco a mi el chico pegándose de nuevo por detrás, sintiendo su miembro de nuevo en plena forma en mis nalgas. Girándome con rapidez, observe como su miembro de nuevo la tenia tiesa, aun sin haber pasado ni diez minutos. Os admito que me costo detenerlo mas por como estaba, pues el muy hijo de puta estaba de nuevo listo y quería continuar, pero entro en razones mas por mi que por el. Pero en parte fue gracias a unos ruidos los cuales habíamos escuchado, mas la en verdad por que no queríamos problemas, pues había mentido referente a mis estado. Me marche hacia mi casa de momento iba bastante satisfecha, y con la promesa de volverlo a repetir cuando yo quisiera (la verdad, el no tener a mí chico lo facilitaría). Bueno hasta otra, pues el mes fue muy largo, duro y muy negro…

Bueno ante todo, debo deciros referente a los comentarios de mi forma de explicaros mis historias. que si mi escritura, no esta bien redactada, que apenas es legible, que tiene dificultad a la hora de leer o incluso que da mal sentido, a la hora de explicar los placeres obtenidos o sentidos. Lo siento enormemente, pero intentare redactaros lo mejor que pueda mis experiencias, me cuesta a veces escribir todos mis sensaciones, pues el plasmarlas creo que es lo mas difícil. Espero que os haya gustado, si queréis que siga contaros me lo comentáis pues me gusta mucho recibir vuestros email. A aquellos que queráis contactar conmigo hacedlo a mí dirección de email susanabix@hotmail.com.

O si queréis pasaros por mi blogs, aunque se que no esta actualizado, si os muestro con varias fotos susanabix-misconfidencias.blogspot.com

No hay comentarios: