domingo, 1 de marzo de 2009

POR UNOS DOLORES CERVIACALES

POR UNOS DOLORES CERVIACALES


Hola, me llamo Susana, ante todo gracias a todos los que me habéis leído, sobre todo aun más agradecida a aquellos que me habéis escrito. Agradezco de corazón, que os haya gustado e incluso que os haya sido tan placentero, como a mí relatarlos. Ante todo me debo disculpar, pues no siempre puedo responder a todos los que me habéis mandado vuestro email, pero os aseguro que los leo con el mayor de las satisfacciones, y en la manera de lo posible os contestare.

Os recordaré que soy una ardiente chica del sur de Andalucía, de 23 años, morena, de ojos castaños, de 1.75m de altura, 90/59/88 aprox., y bisexual. Me considero una chica simpática, abierta, extrovertida, atractiva, inteligente, en otras palabras una sin vergüenza integral, muy buena gente, simpática y bastante loca... vamos una chica con la que se puede pasar un buen rato (joder, algo más de 15 minutos… bocazas absteneros). Me gusta conocer gente, descubrir cosas nuevas, divertirme, lo típico de una chica de mi edad (tengo una manera especial de ver la vida creo, que os habéis dado cuenta). Me gusta salir, hacer locuras, aunque me sea difícil de reconocer que me gusta beber (joder, no soy alcohólica… pero debería de controlarme algo). Soy conciente que por mi forma de vestir, me hace ser más destacable para ser manoseada, aunque no soy ni fetichista, ni exhibicionista, simplemente me gusta vestir, de forma que realce mi cuerpo (joder, como decía mi abuelo tengo un cuerpo de perdición), me gusta que las partes mas sensuales de mi cuerpo sobre salgan, aunque a veces me digan que parezco un “zorrón”.

Dicen que tengo un hermoso cuerpo (como decía mi difunto abuelo de pecado), me considero una mujer ardiente, de mente muy abierta, siempre deseosa de ampliar y probar nuevas experiencias. Me considero lo bastante joven como para disfrutar del sexo, de gozar de todas las diferentes formas y posturas, pues mi adicción me hace a veces a llegar tal punto, que incluso yo misma me ruborizo, y no os digo a vosotros. No me considero una estrecha, pero me molesta muchísimo que me pidáis que conecte mi Cam… sin saber al menos si la tengo (ostias, salidos de mierda… os deberían de capar a todos). He de explicaros, que mis gustos en general, aunque lo niegue es la morbosidad de ser manoseada en publico, de sentirme acariciada, siempre que sean lugares públicos (coño, es tal la morbosidad, que es difícil describirla, pero os la intentare relatar). He mantenido relaciones con hombres maduros (joder, por que coño no van a disfrutar ellos también, es una sensación morbosa ser manoseada por viejos, no es vicio solo es puro morbo). Deberíais de aprender de ellos, pues muchos de ellos tienen la experiencia necesaria como para hacer disfrutar, e incluso os digo mas no tiene por que envidiaros en nada, pues muchos de ellos son puras maquinas a pesar de la edad.

No os ofendíais de la verdad, aunque os duela pero lo importante no es que la tengáis muy grande, sino que sepáis darnos satisfacción, Que nada mas salgáis de la cama, digamos hay va mi hombre. No siempre buscamos cantidad sino más bien calidad, que hoy día ya no os preocupáis de esos minutos preminilares que tanto deseamos, lo que deseamos es que disfrutemos… pero ambos, pues incluso después de habernos echo al menos llegar a dos hermosos y geniales orgasmo, lo que mas deseamos es que disfrutéis vosotros, nos gusta que os venga en un tiempo prudencial… y dentro de un preservativo (joder, que no queremos problemas dentro de unos 9 meses, y aun menos que nos peguéis algo raro). Lo que me he dado cuenta a veces, que no os dais cuenta de cuando nos viene, e incluso menos cuando los disimulamos. Muchos de vosotros pensáis, que entre vuestras manos tenéis la consola de la “Game” (joder, que somos personas), que ha veces nos tratáis peor que a un animal (ojo, no sois todos). Demostrarnos que nos amáis, hacernos disfrutar y sonreír (coño, que estoy cansada). Cabrones, si tenéis más ternura con el puto móvil de las narices que con nosotras, y joder menos correr… que ni sois Fernando Alonso, ni nosotras somos Hamilton (Joder, haber si sois más sensibles).

Os voy a narrar esta nueva confesión, aunque me ocurrió hace unos años al menos tres, desde que entre a trabajar en mi empresa, desde el inicio fue una lucha diaria, demasiada competencia y eso que en mi puesto no había nadie mas. Estaba demasiado estresada por el trabajo, pues desde que comencé, todos en la oficina me veían como una intrusa en vez de verme como una compañera (coño, no os digo que me hubiera gustado que me hubieran visto como una amiga, pero joder). No se como explicaros, como comentaros como era mi día a día pues era a veces demasiado “candente”, pues era una guerra constante, donde mis jefes me mandaban a ver obras donde cristo perdió la sandalia, sin ningún tipo de miramiento, ni tan siquiera por ser una chica, encima en estas obras, donde el 90% eran hombres. Pero lo que más me molestaba, por no decirme que realmente me cabreaba, era que me lo comentaban sin previo aviso, por lo que la gran mayoría de las veces tenía que acudir a las obras, como había llegado a la oficina, lo cierto es que por otro lado disfrutaba de los viajes pues no os niego, que en estos desplazamiento era donde más me satisfacción encontraba.

Os comento, que está tensión repercutido no sólo en mi ánimo, sino en mi temperamento con los de mí alrededor, y sobre todo en mi salud para ser exacta en mi cuerpo, pues me dolía bastante la espalda, las cervicales, etc. Recuerdo que me recomendaron que fuera a una especialita a una fisioterapeuta, o que acudiera a una masajista. Por lo que después de habérmelo pensado, decidí ir a un o una masajista, como para ser exacta no sabía donde acudir, lo mire por Internet donde encontré algunas las cuales me fije que eran bastante caras, y la verdad pensar que mi sueldo iba para ella como que no. Para ser sincera no me apetecía pagarle mucho, por lo que leyendo el ABC me di cuenta que en la sección de servicios, había masajista por lo que llame a una de ellas después de haber leído detenidamente el anuncio, observando que aparentaba ser bastante serio y no vi nada sospechoso en el.

Recuerdo que llame para cerciorarme, no vaya a estar obsoleto el anuncio y me salga otra cosa. Nada salirme una voz de chica, casi tartamudeando mas por los nervios que otra cosa, comencé a hacer una serie de preguntas precisas y oportunas, entre que clases de masajes daban (comentaron que cervicales, sesiones de calor, no me curaran pero si me relajaran y me aliviaran), le pregunte por si era un o un masajista (me comentaron que normalmente era una chica), el precio que la verdad lo vi justo puesto que oscilaban entre los 60 y 90€, me indicó la dirección. Lo que mas me extraño fue su pregunta pues me comento para quién iba dirigido, después de comentarle que era para mi y el porque a su pregunta, me comento que era mas por saber a la persona que iba a asistir, quizás por el tono de mi voz esperaba una persona mayor. Me dio cita para el miércoles, le comenté que no me venía bien el quedar un día entre semana, más siendo miércoles y encima por la tarde, la verdad es que más deseaba que fuera un viernes o incluso un sábado, pero comentaba que era el único hueco que tenían que tenían libre en la agenda.

Joder, pues nada para el miércoles aunque no me hacia gracia, tampoco me podía quejar pues siendo lunes me faltaba poco. Para no alargar mas en comentaros lo que hice en esos días de espera, os diré que por fin llego el deseado miércoles, estaba más que deseosa pues tenía las cervicales más que doloridas, me dirigí donde me comentó que tenían la consulta, en la zona de los remedios (os diré solo que el nombre del edificio “Presidente”). Cuando subí por ascensor a dicha planta, había dos puerta por planta llamando una de ellas, la cual me abrió una chica, preguntándome con quién tenía la cita, tras comentarle la persona me indico que esperará en la sala de espera que ya me llamaran, dicha sala aparentaba ser muy acogedora y la era. Tras esperar al menos 10 minutos, de los cuales me los pase con mi brackberry, una chica con una bata blanca me llamó, con una cara sonriente me dio una toalla, unas zapatillas para continuar por comentarme, donde debía de cambiarme para luego dirigirme mas tarde a una consulta, donde debía de esperar.

Recuerdo que rápidamente comenté a la chica un poco avergonzada, sí me debía de desnudar completamente o por el contrario me tenia que dejar al menos mis braguitas, la chica de nuevo sonriente me comentaba que debía de despojarme de toda mi ropa, sin excepción alguna (joder, no estaba acostumbrada). Os comentó aunque me veáis una chica liberal sin complejos, ha veces tampoco estoy tan acostumbrada a despelotarme a sí a primera, mas siendo una casa extraña y ante personas que no conozco de nada, pues podría pasarme las cosas que tanto oímos por televisión, aunque parezca irónico. Una vez salí de la cabina con solo una toalla y unas zapatillas, me dirigí hacia la consulta, entro una chica que os admito que era muy guapa, de piel muy tostada y tenia muy buena figura.

Recuerdo que antes de comenzar le comente que a modo de información personal, que me explicara lo que me iba a hacer, el procedimiento que seguiría, pues querría saber si en verdad me servirá para algo. Me comento que ante todo debía de saber que no era necesario acudir a la consulta a que me den el masaje sino que incluso se podrían haber desplazado hacia mi casa. Para comenzar a comentarme que se trata de aliviar mis molestias, no me las curara por que en ese caso me debían de poner un tratamiento mas largo, pero notare que las molestias irán desapareciendo, y a medida que el masaje vaya haciendo efecto no solo me iré notando alivio sino hasta como mis fuerzas van recuperándose, pero me tengo que dejar hacer, pues se nota que me hace falta que me mimen. Me comento que lo principal es el tacto pues es muy importante, de el me transmite ciertas sensaciones, seguridad, sensibilidad y flexibilidad. A medida que me lo vaya dando notara si me transmite la fuerza adecuada, pues sino tendría que ejercer mas fuerza ayudándose con el peso de su propio cuerpo sobre el mió, de esta manera aumentara la presión y la contrarrestara, pero siempre previamente me lo comentara pues debo de estar yo segura y sobre todo convencida en todo momento.

Continúo comentándome que lo más importante era buscar una superficie firme y cómoda, por lo que estoy sobre una camilla, aunque también me lo podría dar tanto en una cama o en simple colchón. La espalda debe de estar lo mas recta posible, debe de estar en horizontal y sobre todo cómoda. Debe de darse en una habituación tranquila, se debe crear un ambiente cálido, que ayude a la relajación. Me comento que a modo de romper el hielo, puede comenzar a modo de poder tranquilizarme, a darme una charla agradable como precisamente esta, una vez lista comenzara utilizando una serie de aceites balsámicos, suaves y neutros o cremas hidratantes, pues su función es nutrir la piel y ayudar a las manos a deslizarse suavemente. Me comento el ritmo que debe de darme en sus masajes, pues debe mantener un ritmo constante, haciendo movimientos naturales siempre igual al anterior. Cuando descienda hasta mis piernas, debería de comenzar desde los pies hasta llegar a la ingle, pues de esta manera los movimientos de sus manos, ira de manera horizontal, acercándose poco a poco al corazón favoreciendo el ritmo venoso.

Cuando comience a masajear mis cervicales, comenzara a hacerlo en círculo, evitando en todo momento presionar cualquier nudo que se encuentre. Pero que este tranquila pues no olvidara extremidad alguna, por lo que tanto mis manos y pies. En nuestras extremidades se encuentran las terminaciones nerviosas, y sobre ellas se puede actuar de una manera muy suave y sin riesgos. Mientras se preparaba acabo finalizando su explicación, comentándome que una vez finalizado con el masaje, me recomendaría abrigarme para guardar el calor de la piel. Pues la cuestión es lograr el efecto sedante, aunque con media de hora de sesión es suficiente. Nada mas acabar me comento que me echara sobre la camilla, colocándose ella a un lado mía dirigiendo sus manos hacia la toalla, quitándomela y tras comentarme que me elevara me la coloco debajo de mi cuerpo. Comenzó a entablar una conversación sobre mi nombre, edad, profesión, gustos, moda, relaciones, etc. Mientras esta cogiendo un bote de aceite, comenzó a rociarme la espalda para comenzar a masajear mi espalda. Posando sus manos desde mis hombros hacia mis tobillos pasando por mis nalgas, oprimiendo cada punto de mi espalda, sintiendo como trabajaba mis cervicales.

Comencé a preguntarle por su trabajo, si estudiaba y el por que se dedicaba a esto, recuerdo que tras algunas preguntas hubo silencio. Sentía cierto alivio a medida que sus manos masajeaban mi cuerpo, sintiendo sus manos de vez en cuando rozar levemente mis senos, para continuar descendiendo sus dedos a lo largo de mi espalda. Sintiéndome sobre todo muy relajada, hasta el punto que notaba como me pesaban los parpados, y un sueño me embriagaba. Note que cambio de lugar colocándose en el lado opuesto, posando de nuevo sus manos pero esta vez en mis nalgas, no le quise decir nada pues me gustaba para ir ascendiendo por mi espalda hacia mis hombros, descendiéndolas hasta dejarlas caer por mis axilas, hacia mis pechos comenzándolos a masajearlos con suavidad, un seno por mano en toda su totalidad, oprimiendo mis pezones entre sus dedos (joder, se me escapo hasta un suspiro). Para comenzar de nuevo a ascender hacia mi espalda, no os voy a negar que no estuviera caliente, pues esta aprovechaba cualquier momento para masajear tanto mis pechos como mis nalgas.

Murmurando algo, me comento en voz alta que necesitaba subirse sobre mi espalda, pues notaba que necesitaba mas presión, pidiéndome permiso que se colocaría sobre la camilla, no puse reparo además previamente antes me lo comento. Por lo que por el rabillo del ojo, observe como la chica fue alzándose con cierta dificultad hasta colocarse aorcadas sobre mi, sintiendo el peso de sus nalgas sobre las mías, notando la suavidad de sus muslos sobre los míos (joder, que caliente me sentía, que burradas se me estaban ocurriendo). Comencé de nuevo a sentir sus manos sobre mi espalda, notando como su cuerpo cabalgaba al ritmo de su masaje, notaba esos dedos trabajar mis cervicales y presionando mis hombros, mi cuello y hasta mi nuca (Dios, estaba extasiada, me tenia al borde de un orgasmo, sintiéndome avergonzada). Y una vez mas, note como sus manos se deslizaba hasta mis pechos, notándolos seguramente endurecidos. Me comento que extendiera mis brazos hacia delante, para momentos después inclinarse sobre mi espalda a modo de llegar ella hasta mis brazos, notando sobre mi espalda sus pechos, hasta podía notar el tamaño de esos senos, y hasta la dureza de sus pezones.

Sin decir palabra alguna, de forma descarada comenzó a masajear mis pechos y aun mas por la falta de palabra mía, pues ni me negué ni puse objeción alguna (coño, estaba disfrutando). Joder, además me dejaba hacer como ella me comento, acaso no era ella la profesional y sabia lo que debía de hacer. Además me sentía cada vez más avergonzada, pues cada vez más se me escapaban mis suspiros, mis gemidos y aunque ella me comentaba si había dicho algo, en voz baja comentaba que no, mientras sentía una gran satisfacción. Note como la chica se movía encima mía, no supe que hacia pero la verdad poco me importaba, cuando de nuevo inclino su cuerpo sobre el mió, pronto averigüe que era lo que estaba haciendo, pues comenzó a refregar sus pechos por mi espalda, una y otra vez (joder, no pude mas sentí con cierta vergüenza, como tuve mi primer orgasmo), fue descendiendo hasta que fui sintiendo sus senos sobre mis nalgas, repitiendo la misma acción. Sin decir palabra alguna, se bajo de la camilla, pidiéndome cortes mente que me diera la vuelta, observando asombrada que la chica estaba en ropa interior (ostias, estaba en tanga, esto la verdad no me lo esperaba).

Cogiendo de nuevo el bote de aceite, me lo echo de nuevo primero sobre mis pechos para ir descendiendo hasta mi pubis, echándolo en abundancia, tras dejar el bote a un lado comenzó a manosear mis senos, descendiendo sus manos hasta mi vientre para volverlas a ascender hasta mis senos. Sentía sus manos manoseándolos con fuerza pero sin oprimirlos, notaba como con sus dedos dibujaban sobre mis pechos, recorriendo mis formas, para continuar con mis pezones, cogiendolos con suavidad con varios dedos hasta dejármelos puntiagudos, y hasta tan endurecidos que hasta me dolían. Para abandonarlos e ir descendiendo hacia mi pubis, el cual con ambas manos comenzó a frotarlo, pasando una y otra vez sus dedos al tiempo que separaba mis labios vaginales, jugueteando con ellos, llegando incluso a pellizcármelos. Con ojos picarescos me miraba, observaba mi cara de satisfacción, mis ojos ido por no deciros en blanco por el placer. Girándose de nuevo, se coloco de modo que quedo dándome la espalda, inclinándose sobre mi quedado con su rostro pegado a mi pubis, entre mis piernas empezando por darme besos muy tiernos, continuando por pasar sus labios a lo largo de mis labios vaginales, chupando mi vulva y al tiempo que lo absorbía, sintiendo llevarse mis labios vaginales entre los suyos.

Pasándome sus dedos a lo largo de mi orificio, por fin emití palabra pero esta vez para comentarle que se detuviera, que por favor parara, mientras sentía sus dedos perforarme por mi orificio vaginal, notaba que mientras un dedo entraba en mi vagina con los dedos de su otra mano frotaba mi vulva, masajeándolos en círculos alternándolos con movimientos en paralelos (Dios, que placer obviamente tuve de nuevo otro orgasmo). Os juro, que sin decir palabra alguna, se subió nuevamente sobre la camilla, se puso esta vez de manera que coloco su rostro sobre mi pubis y el suyo sobre mi rostro. Evidentemente sabia lo que quería por lo que se lo di, comencé a chupárselo a pasarle la lengua por ese depilado pubis, con un extraño olor a rosas, comencé a introducirle la punta de mi lengua por su orificio vaginal a modo de taladrárselo, no me detuve hasta que no la escuche gemir, ayudándome con mis dedos penetrándola con fuerza.

Para de nuevo retirarse de encima mía, tras colocarse en la cabecera de la camilla, me comento que me pusiera de rodillas quedando a cuatro patas, nada mas colocarme cogio de nuevo su bote de aceite, comenzando de nuevo a echármelo pero esta vez directamente sobre mis nalgas, diluyéndose por mi entre pierna hasta descender por mis muslos. Sin esperarlo note algo duro y posiblemente grande, frotarlo sobre mis orificios, pasándolos de uno al otro sin llegar a penetrarlo. Os juro que no lo sabía e incluso menos lo había visto, la muy zorra comenzó a pasármelos de uno al otro, aprovechando ese aceite el cual transmitía un extraño calorcillo. Después de al menos diez o quizás quince minutos, comenzó a pasarlos por mis labios vagnales al tiempo que comenzó a presionarlos, sin llegar todavía a penetrarme (joder, pedía a la muy zorra que me lo clavara de una puta vez). Nada mas pararse sobre mi orificio, comenzó a presionar primero suavemente, entrándome ese objeto poco a poco sin objeción alguna, no pudiendo aguantar mas había comenzado a gemir sin importarme que me pudieran escuchar fuera, no se cuanto me introdujo pero si os digo que note sus nudillos golpear mi ingle, su puño me daba con violencia una y otra vez al compás de sus penetraciones, mientras observaba como la muy puta se masturbaba.

Joder, imaginaros yo parecía una perra en celo, pues mientras me penetraba no dejaba de decir obscenidades, hasta me hizo alcanzar dos orgasmo mas simultáneos. Os juro que sentía mis piernas temblar, sentí una serie de repelucos que todos mis vellos se me erizaron, casi pierdo el equilibrio pues me maree y todo, mientras ella continuaba masturbándose delate mía. Una vez que todo había finalizado, mientras ella se colocaba el tanga y la bata, yo me colocaba la toalla y las zapatillas, a la espera de que debía de hacer ahora, comentándome la chica que en la entrada en el mostrador debía de pagar. Os juro que en ese momento me quede prendada de ella, pues no solo me olvide de mi dolor de cervicales sino creo que hasta me enamore de sus manos. Bueno como siempre me despido de vosotros hasta una nueva confesión, besos tiernos donde mas deseáis y queréis, siempre que me dejéis.

Bueno ante todo, debo deciros referente a los comentarios de mi forma de explicaros mis historias. que si mi escritura, no esta bien redactada, que apenas es legible, que tiene dificultad a la hora de leer o incluso que da mal sentido, a la hora de explicar los placeres obtenidos o sentidos. Lo siento enormemente, pero intentare redactaros lo mejor que pueda mis experiencias, me cuesta a veces escribir todos mis sensaciones, pues el plasmarlas creo que es lo mas difícil.

Espero que os haya gustado, si queréis que siga contaros me lo comentáis pues me gusta mucho recibir vuestros email. A aquellos que queráis contactar conmigo hacedlo a mí dirección de email: susanabix@hotmail.com. O si queréis pasaros por mi blogs, aunque se que no esta actualizado, si os muestro con varias fotos: susanabix-misconfidencias.blogspot.com

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Susana

Francamente hermoso tu relato. Candente, sugerente y que no deja indiferente.

Hasta tus comentarios con toda su crudeza estan perfectos.

Saludos de Jose, en Extremadura

Korsar dijo...

Sensual, sexual, erótico, físico, dulce, apasionado...

Buen relato, transmite sensaciones profundas.

Si de verdad eres así, eres un encanto.

Besos,
Angel Korsar